Me pierdo en esta odisea sin fin, llena de sirenas que me atrapan en una red de mentiras,
de cíclopes que me impiden avanzar, llena de tormentas y mareas.
Y le rezo a los dioses:
"No os pido llegar a mi Ítaca, sólo quiero un punto de apoyo,
algo que me dé fuerzas cuando no pueda más".
El viento me susurra:
"No busques el éxito, busca la felicidad".
Entonces, apareces tú.