Aquel
corazón de hielo empezó a recibir algo de
calor. Resultaba paradójico que aquello que le embriagaba la mente sea lo que le impedía pensar. El hielo es frágil. Si das en el sitio erróneo, puede romperse fácilmente. Si antes quedaron
cenizas, ahora quedará
escarcha.
El arco iris está gris, desesperado y sin vivir.